Procesos de enseñanza y aprendizaje en la escuela inclusiva.

     A partir de la aceptación de la diversidad existente en las aulas, la escuela inclusiva plantea los procesos de aprendizaje y enseñanza considerando la gran heterogeneidad del grupo. Así, la evolución de la escuela convencional hacia escuelas de carácter inclusivo debe ser progresivo hacia modelos en los que se permita la adaptación de un currículo en el que se tengan en cuenta los diferentes ritmos de aprendizaje, capacidades o diferencias que se puedan dar, sin que se produzcan segregaciones de ningún tipo, dando como resultado un enriquecimiento social y personal.

     Para ello se necesitan metodologías y planes que puedan dar respuesta a la diversidad, criterios flexibles de evaluación que den respuesta a las múltiples necesidades del alumnado y servicios de orientación constante.

     Una de los caminos que ayudan a evitar cualquier tipo de discriminación, a mejorar las relaciones interpersonales y a exaltar tanto al individuo como al grupo en las aulas es el llamado aprendizaje colaborativo. Éste, estando bien organizado, ayuda a que el alumnado se beneficie del aprendizaje en conjunto, aportando cada uno/a sus fortalezas, ayuda a mejorar las relaciones interpersonales y los valores de respeto y aceptación y la valoración positiva propia llevando en definitiva hacia una cultura inclusiva aplicable también al ámbito de la vida cotidiana.

     Una de las técnicas para llevar a cabo el aprendizaje colaborativo es el trabajo por proyectos. En ella se tratará un tema de aplicación en la vida real de manera que se entremezclen varias disciplinas posibilitando el trabajo cooperativo y permitiendo la participación activa de todos y todas. Dado que el alumnado suele destacar en algunas disciplinas y no tanto en otras, este tipo de trabajo contribuye al aumento de la autoconfianza en uno/a mismo/a.

     Los centros que trabajan desde el punto de vista inclusivo, cuentan con planes propios de convivencia y resolución cooperativa de conflictos para evitar posibles situaciones violentas, solucionarlas de forma conjunta y educar en valores para poder aplicarlos a la vida cotidiana.


     Otro fundamento que presenta la escuela inclusiva es la existencia de apoyos tanto para profesores/as como para alumnos/as pero dentro del aula y no fuera como se realiza en la escuela tradicional. El apoyo brindado al alumnado se estudia meticulosamente y se da de manera que no llegue a ser excesivo pudiendo desembocar en la segregación del aula. Éste debe integrarse en la docencia impartida en el aula en su conjunto siendo consciente el profesorado de las diferentes aptitudes, intereses y capacidades que presente el alumnado.



-Jose Tarifa-

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